El Gobierno de Estados Unidos confirmó que sí hay un peligro real contra la vida del presidente de Colombia, Gustavo Petro Urrego, y con ello echó a la basura de la historia las afirmaciones opositoras según las cuales todo fueron excusas del mandatario para justificar algunas acciones suyas.
Francisco Palmieri, embajador de Estados Unidos, habló a nombre de su Gobierno con la radio Caracol y aseguró que en realidad se trata de una “situación muy delicada”.
Aunque Palmieri habló de varios asuntos bilaterales, se refirió uno de los temas más relevantes en los últimos días: las amenazas de muerte contra Petro y sostuvo que es cierto que existe un plan para atentar contra el mandatario.
“Los Estados Unidos, a través de nuestra embajada y el gobierno, no discutimos las comunicaciones privadas que hemos tenido con nuestros socios gobiernos, y es una situación muy delicada”, afirmó para iniciar.
Sin embargo, cuando se preguntó sobre si el intento de asesinato del presidentye es una preocupaciòn real, Palmieri afirmó que es un asunto muy sensible sobre una “una situación que es real, es una preocupación real”.
Palmieri hizo referencia a la coincidencia de los atentados contra el candidato republicano de su país a la presidencia, Donald Trump, y señaló que “como acabé de mencionar, las amenazas contra el presidente Petro, hemos visto dos atentados en los Estados Unidos, y mi posición, es que en una democracia no hay ningún lugar para violencia política, y debemos todos, no importa su ideología, comprometernos en denunciar ese tipo de amenazas y violencias”.
La primera información sobre los riesgos del presidente la reveló el propio Petro cuando explicó la razón de su llegada tarde a presidir el desfile militar del 20 de julio que anualmente celebra el Día de la Independencia.
En esa oportunidad, el mandatario llegó al desfile en camisa y con yin, en situación que entre los opositores generó comentarios como el de que el retraso se debió a situaciones generadas por la ingesta de alcohol.
Luego, Petro explicó que todo se debió a que Estados Unidos le advirtió de que su vida estaba en peligro, porque existe un plan para asesinarlo, y al hecho de que su servicio de escoltas sufrió alguna descoordinación.
Políticos opositores sugirieron que las explicaciones eran solo una excusa, como la de los escolares, para cubrirse de hipotéticos efectos del licor.
Días después, Petro canceló un viaje anunciado a Haití, con el fin de coordinar una ayuda humanitaria de Colombia para los habitantes de la isla.
La cancelación tuvo su origen en una nueva advertencia del Gobierno de Estados Unidos sobre un complot en marcha parta asesinarlo o, en último caso, para destituirlo.