En solo 10 años antes de la pandemia, el sistema de salud fue responsable de 364,113 muertes evitables de pacientes, cantidad que ni siquiera la guerra subversiva de 60 años ha causado.
La cifra (registrada entre 2010 y 2019) es de investigadores del Observatorio Nacional de Salud (ONS) del Instituto Nacional de Salud (INS), que determinó que, de no haber sido por fallas del sistema, tales muertes probablemente nunca hubieran ocurrido.
Sin embargo, en materia de muertes evitables, Colombia tuvo, en el mismo período, un buen desempeño en América Latina. Logró una reducción de 46 por ciento de ese tipo de muertes, cuando en el resto del continente la reducción fue de 22,3 por ciento, según el mismo estudio.
En 33 años, entre 1985 y 2018, la guerra causó 450.664 muertes, según estadísticas oficiales.
La cifra de muertes prevenibles la reveló el presidente Gustavo Petro, y de inmediato fue objeto de desmentidos sin argumentos y de burlas, pero los resultados del estudio confirman la afirmación del mandatario.
La revelación presidencial y las críticas virulentas, injustas y falaces, ocurrieron en medio de la polémica originada en torno de la intervención de Empresas Promotoras de Salud (EPS) ordenada por el Gobierno, con base, precisamente, en el argumento de las muertes evitables.
Según el estudio, del total de personas fallecidas por causa de enfermedades evitables por el sistema de salud, las mayores proporciones correspondieron a enfermedad isquémica del corazón (31,5 %), desórdenes neonatales (13,4 %), enfermedad cerebrovascular (12,8 %), enfermedades diarreicas (4,5 %), cáncer de seno (3,9 %), cáncer de colon y recto (3,5 %), cáncer de cuello uterino (3,2 %), enfermedad renal crónica (3,4 %), tuberculosis (2,9 %) y enfermedades digestivas (2,9 %).
Según el estudio, menos colombianos hubiesen fallecido, en el periodo en que fue menor la tasa de mortalidad evitable atribuible al sistema de salud, de haber contado con intervenciones más efectivas del sistema en materia de prevención, diagnóstico temprano y tratamiento.
Expertos en salud pública como Luis Jorge Hernández, director de Investigaciones de la Facultad de Medicina y excoordinador del Área de Salud Pública de la Universidad de los Andes, señalan si bien sí es cierto que la cifra de más de 340 mil personas fallecidas en una década es un dato alarmante, se debe reconocer que es solo una parte de lo que debería haber sido y que el sistema ha sido clave para disminuir la mortalidad evitable incluso por encima de otros países en la región.
“La mayoría de muertes evitables es debido a condiciones de vida, contexto social, económico o políticas. No al sistema de salud. El mismo Instituto Nacional de Salud reconoce que ha disminuido la mortalidad evitable, lo cual es un logro”, señala Hernández.
De acuerdo con el experto, la cifra debe alarmar, pero es importante entender el contexto y los grandes avances que ha tenido el sistema durante los últimos años.
Por su parte, Juan Guerrero, presidente de la Asociación Colombiana de Salud Pública, destaca que ambos datos son importantes: tanto el número de muertes prevenibles registradas, como el porcentaje en la disminución de esas muertes, que debieron ser más altas, según lo que señala la tendencia.
De acuerdo con Guerrero, es clave tener en cuenta que hay otros sectores involucrados, y no solo el de salud, en la mortalidad prevenible. Eso, teniendo en cuenta que el sector salud debería coordinar a otros sectores para desarrollar acciones que permitan disminuir la mortalidad prevenible.
Según el informe, de las 2’160.686 muertes ocurridas durante 2010-2019 en Colombia, 16,8 % (364 mil) se debieron a dificultades en el acceso o la calidad del sistema de salud. Este porcentaje fue mayor en los municipios con menor acceso a los servicios de salud, medido con el Índice de Acceso a los Servicios de Salud (IASS) desarrollado por el ONS.
Municipios con mayor acceso potencial y real a los servicios de salud evidenciaron menores porcentajes de muertes evitables atribuibles al sistema de salud.
Según Carlos Castañeda Orjuela, director del Observatorio Nacional de Salud del INS, “de haber contado con un sistema de salud que garantizara el acceso universal, oportuno y de calidad a la atención en salud basado, por ejemplo, en estrategias de prevención y atención primaria y con un enfoque territorial, el país hubiera evitado la muerte de 364 mil colombianos, garantizando así el derecho fundamental a la salud”.
Para determinar la proporción de muertes evitables relacionadas directamente con fallas del sistema de salud, el estudio excluyó la totalidad de muertes prematuras evitables (en menores de 75 años) ocurridas. Solo incluyó aquellas que se dieron por tecnologías de salud que demostraron ser efectivas y estar disponibles en el rango de los diez años analizados.
Lo que revela el estudio es que antes de la pandemia, las principales causas de muerte en el país hubieran disminuido significativamente sus valores si el sistema de salud hubiera dispuesto de intervenciones oportunas para prevenirlas y tratarlas de manera oportuna y efectiva, incluyendo el diagnóstico temprano de enfermedades como el cáncer, la atención primaria especialmente en poblaciones dispersas y rurales, el acceso real de las poblaciones más vulnerables y la implementación de los enfoques diferenciales y territoriales en la garantía del derecho fundamental a la salud.
Según Giovanny Rubiano García, director general del INS, “durante treinta años hemos tenido un sistema de salud totalmente curativo, enfocado en la atención de la enfermedad y no en su prevención, es por eso, que seguimos viendo entre las principales causas de muerte en Colombia enfermedades que se pueden prevenir con intervenciones sanitarias como la vacunación o el control prenatal, con el diagnóstico oportuno como ocurre en el cáncer, o con el tratamiento de calidad para las enfermedades cardiovasculares. Detectamos el cáncer cuando ya está en un estado avanzado y es poco lo que se puede hacer, o atendemos al paciente hipertenso o diabético cuando ya ha llegado a estadio 5 en su enfermedad renal en que se requiere diálisis o trasplante”.