Para el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, en los procesos electorales la izquierda gana, porque “nadie le ha regalado nada”.

Lo dijo en la Cámara de Comercio de Bogotá, como orador principal en un acto que pretendía estimular la búsqueda del Frente Amplio que necesitan las fuerzas progresistas de Colombia que aspiran a relevar al presidente Gustavo Petro.

El político español dio inicio al evento tras ser recibido en el auditorio por decenas de militantes que lo aplaudieron, lo abrazaron y se tomaron decenas de fotografías con él.

“Se gana, porque a la izquierda nunca nadie le ha regalado nada”, dijo en su discurso de apertura.

La propuesta es crear una plataforma electoral que respalde un proyecto programático común de la izquierda y el progresismo.

Entre los primeros en plantear la idea, en 2024, están el expresidente liberal Ernesto Samper Pizano, figura indiscutible del sector más de izquierda del Partido Liberal, y el exembajador y precandidato presidencial Roy Barreras, que ha hablado de la importancia de consolidar nuevos simpatizantes, más allá de las bases más duras de la izquierda.

En los meses recientes, la izquierda se ha unido en torno del senador comunista Iván Cepeda Castro, ganador en octubre de una consulta interna del movimiento Pacto Histórico, que sumó casi 2,8 millones de votos, resultado muy favorable que crea el riesgo de perder fuerza en una eventual otra consulta con menos votos.

Una reciente encuesta electoral lo muestra consolidado, con 31,9 por ciento de la intención nacional de voto, mientras ninguno de los otros aspirantes convocados llega al 3%. La brecha es grande y el favorito, en campaña de baja exposición mediática, no acudió al encuentro.

Pero, los impulsores de la propuesta insisten. “La idea nos la vendió el inolvidable Pepe Mujica y tuvimos el apoyo de varias misiones desde Uruguay para construirla”, explicó Samper.

El expresidente, que organizó el evento, aclaró que a la unión están invitados los partidos políticos, los movimientos populares y las organizaciones sociales.

En el acto, Samper recibió a cuatro precandidatos: Barreras, jefe de La Fuerza, su propio partido; la exministra y senadora Clara López, vieja militante de la izquierda; y Camilo Romero, exgobernador de Nariño y de la izquierda. Los acompañó la senadora María José Pizarro, jefa de debate de Cepeda y aspirante a una silla en el Senado.

Bases progresistas insistieron en el acto que se necesita conquistar a los votantes que se perciben más de centro o liberales, para consolidar sus opciones de ganar las presidenciales. “Hay que tener un compromiso inquebrantable de unidad, ojalá en primera vuelta si se logra, y si no en segunda vuelta”, fue como lo expresó la senadora López.

Sin embargo, sin reglas claras, el Frente Amplio corre riesgos: en los últimos meses han surgido tensiones. Carlos Caicedo, exgobernador de Magdalena y quien era uno de los posibles participantes, cuestionó la ausencia de un mecanismo transparente para tomar decisiones. “El Frente Amplio no existe”, llegó a decir.

Otro inconveniente se relaciona con la manera de integrar a Cepeda. Su ausencia del encuentro dejó en evidencia la dificultad de articular a quienes ya están en campaña con los que predican que primero debe construirse la coalición.

Hay, además, algunas dudas sobre el programa común. Según Barreras, debe partir de la defensa de Petro: “Este Gobierno ha defendido los derechos de los trabajadores, de las mujeres, de las minorías y no se puede retroceder. [El presidente Petro] ha enseñado a la gente que tiene derechos”, dijo.

Otra opinión es la del exministro del Interior Juan Fernando Cristo, quien no asistió al encuentro y recientemente formuló críticas al Gobierno, que tiene en la campaña de Cepeda un defensor ya evidente y elegido popularmente.

En esa variedad de visiones, continuar negociaciones con los grupos armados ilegales parece ser la principal banxera del eventual Frente Amplio. Sin detalles sobre sus propuestas, todos los panelistas del encuentro la mencionaron. La inspiración la dio el expresidente español: “La paz llegará a Colombia. El fin de la violencia llegará”, dijo.

Pizarro, quien habló en nombre de Cepeda, hizo un recorrido histórico por los proyectos de paz del país, comenzando por la Constituyente de 1991. “Hablar de paz no puede ser un delito en Colombia”, dijo. “Por supuesto que creemos en la seguridad, pero la palabra paz no puede proscribir de la política colombiana”.

Pero recordó los problemas legales que enfrenta el Frente Amplio, y advirtió que, a poco menos de una semana de que se cierre el plazo para inscribir formalmente las candidaturas ante la Registraduría, el Pacto Histórico no tiene certezas jurídicas.

Barreras también cuestionó el lío jurídico generado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), que dejó en duda la realización de la consulta del Frente Amplio.

“Es un órgano de origen político, mal creado, y sus decisiones son políticas revestidas de judiciales”, explicó. “Mi invitación es que no puede oponerse a la voluntad de 3 millones de colombianos”.

Otros dirigentes aprovecharon la ocasión para defender el programa amplio de la izquierda y criticar a la derecha.
Pizarro dijo: “No permitamos que la derecha sanguinaria y criminal de este país, que es capaz de ir a hacer lobby a Estados Unidos para que el presidente se vaya preso e inicie una guerra sin cuartel, no puede regresar al poder”.