El presidente Gustavo Petro denunció penalmente ante la Fiscalía General de la Nación (PGN) a su exministro de Relacion es Exteriores Álvaro LKeyva Durán pos los delitos de conspiración, instigación a delinquir, menoscabo de la integridad nacional, calumnia e injuria.
En la denuncia, se conoció este miércoles, el apoderado de Petro planteó la hipótesis de que Leyva “instigó” el asesinato del senador Miguel Uribe Turbay.
Según el texto de la denuncia del abogado Alejandro Carranza, Leyva tenía contacto directo con disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) que comandada Luciano ‘Iván Márquez’ Marín Arango, a la que se le atribuye el ataque contra el congresista.
Específicamente, en la acusación de instigación a delinquir, Carranza plantea que Leyva construyó una “narrativa de alta carga emocional, simbólica y política” para mostrar a Petro como una persona incapacitada mentalmente para ejercer la Presidencia.
“En uno de sus textos, incluso llegó a sugerir que ‘una tragedia podía ocurrir’ como consecuencia de las palabras del presidente, lo cual insinúa una profecía autocumplida que predispone material y discursivamente a un contexto de confrontación”, agrega, y cita jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), que indica que un discurso instigador “puede materializarse en contextos políticos cuando genera un entorno de validación del delito como mecanismo legítimo de acción política”.
Según Carranza, lo ocurrido luego de los comentarios de Leyva refuerzan su hipótesis de la instigación a cometer un crimen.
“A las semanas de la carta en la que Leyva insinúa la posibilidad de una tragedia, el senador Miguel Uribe Turbay […] fue víctima de un atentado atribuido a la disidencia de las Farc comandada por ‘Iván Márquez’”.
Leyva tenía contacto directo con el jefe disidente, advierte el abogado.
“Este nexo, aunque no permite imputación directa por autoría, sí justifica la hipótesis de instigación como modalidad autónoma de intervención punible”.
Significa que la denuncia no afirma que Leyva haya participado en el asesinato, sino que sus palabras crearon un ambiente que valida una violencia política que se concretó en ese crimen.
Leyva y Petro tuvieron una ruptura que se volvió definitiva el pasado 23 de abril, cuando el excanciller, un político veterano de estirpe conservadora, publicó tres cartas públicas en las que señala sin pruebas al presidente de tener graves problemas de drogadicción que, según él, están detrás de las ausencias del mandatario en varios actos dentro y fuera del país.
El 6 de mayo, se reafirmó en sus señalamientos y llegó a afirmar que el presidente “está enfermo”.
Poco después, el español diario El País publicó unos audios, citados en la denuncia, en los que se revela que Leyva buscó apoyos en Estados Unidos para derrocar al presidente Petro y poner a la vicepresidenta Francia Márquez en su lugar.
Según esos documentos, el excanciller habló con actores “armados y no armados”, en referencia al Ejército de Liberación Nacional (ELN) y al ultraderechista Clan del Golfo, y mencionó a la precandidata Victoria Dávila de estar en el complot, algo que la experiodista ha desmentido.
Leyva, incluso, quiso involucrar al Gobierno de Estados Unidos para hacer una presión internacional, algo que finalmente nunca ocurrió.
Luego de esa revelación, Petro buscó la manera de rebatir las afirmaciones de su otrora íntimo aliado.
Según El País, a principios de agosto, en una comparecencia judicial, Carranza confrontó al exministro al preguntarle si tiene pruebas de que el presidente consume drogas.
El excanciller reconoció que no. El diálogo transcurrió así:
—¿Vio en alguna ocasión al presidente consumir alguna sustancia alucinógena? Respóndame sí o no.
—Yo no tengo por qué contestar así. Soy testigo del consumo de licor no controlado, como en Chile.
—Esa no es la pregunta. ¿Cocaína, opio, marihuana? Conteste.
—En el caso de La Guajira hay testigos…
—No, usted, si lo vio usted, señor Leyva, un hombre valiente. (...). ¿Lo vio consumir droga?
—No, directamente no. Claro que no.
Después de la publicación de los audios y de las comparecencias judiciales a las que ha tenido que asistir, Leyva no ha vuelto a hacer publicaciones contra el presidente en sus redes sociales, el canal que eligió para difundir sus escritos.
Tampoco ha hecho comentarios públicos sobre la denuncia penal en su contra.