En Colombia, la Justicia es a la medida de cada interesado.
Es el resultado de la manipulación de jueces y fiscales a manos de poderosos, en su gran mayoría políticos, que lograron hacer de la impunidad la reina de los tribunales, y del vencimiento de términos, la ley general inapelable.
Desde hace algún tiempo, en boca del expresidente Álvaro Uribe Vélez, todas las verdades se hacen dudosas.
Tan dudosas, que se convierten en mentiras en menos tiempo del calculado.
El exembajador dos veces de Colombia en Estados Unidos, Gabriel Silva Luján, lo demostró con suficiencia este domingo en la revista Cambio.
Érase un grupo de amigotes y cómplices que se autodeclaró Comité Organizador de los XX Juegos Panamericanos de 2023.
Que detrás estén apellidos como Char, Duque y Vargas Lleras y organizaciones como Casa Char y Partido Cambio Radical es, sin ninguna duda, mucho más que una coincidencia.
Ahora se sabe el por qué la oposición al Gobierno de Gustavo Petro fue tan intensa, a veces ofensiva, en defensa de Seatech International Inc., enlatadora de atún Van Camp’s.
Tanto la empresa, como su gerente, Diego Canelos Velasco, y otros empleados, aportaron al menos 500 millones de pesos al Centro Democrático y a las campañas presidenciales de Álvaro Uribe e Iván Duque.
Las denuncias de la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, sobre prácticas laborales abusivas de Seatech International Inc. en su planta de enlatados de atún Van Camp's en Cartagena, le dieron a la oposición colombiana la oportunidad de reafirmar que, antes que lo demás, lo que importa es que el presidente Gustavo Petro y el Gobierno queden mal.
La ministra recogió el informe oficial de una inspección en la planta de Mamonal (Cartagena), en la que se denuncia que las obreras deben usar pañales desechables para evitar descuentos salariales por el tiempo que duren en el baño.
Página 31 de 33