La precandidatura presidencial de Miguel Uribe Londoño, 73, parece estar destinada a abrirle las puertas del Centro Democrático (CD) a otro conservador: Juan Carlos Pinzón.
La conclusión es de analistas políticos que consideran que las enormes grietas entre los otros precandidatos del CD y Uribe pretenden, en realidad, a cercar a Pinzón a las bases del partido.
Al fin y al cabo, el dueño del CD, el exsenador sub iudice Álvaro Uribe Vélez parece inclinarse por Pinzón, para alcanzar la presidencia, ante la imposibilidad que percibe de que puedan lograrlo los otros aspirantes, incluido Uribe Londoño.
Los otros cuatro precandidatos son María Fernanda Cabal Molina, 60; Paloma Susana Valencia Laserna, 47; Paola Andrea Holguín Moreno, 51, y Andrés Felipe Guerra Hoyos, 53.
Padre del asesinado Miguel Uribe Turbay, y a pesar de haber sido fundador del CD, Uribe Londoño es considerado una especie de paracaidista dentro del partido, enfrentado a un grupo de aspirantes que han dinamizado la vida de esa organización, en especial las tres mujeres.
Si no hay medidas urgentes que lo eviten, el CD está hoy en el comienzo de una detonación, a raíz de una encuesta ideada como mecanismo para seleccionar al candidato definitivo que se enfrente a los candidatos de otros partidos de derecha y ultraderecha convocados para un frente amplio.
La firma AtlasIntel, seleccionada para realizar la encuesta, fue vetada por Uribe Londoño, que puso en duda la integridad ética de la encuestadora brasileña, en cartas enviadas a la dirección del CD.
Las cartas dejaron flotando dudas en el sentido de que AtlasIntel podría beneficiar a los otros aspirantes, menos a Uribe.
Las cartas desataron una tormenta dentro del CD, y generaron especulaciones según las cuáles, Álvaro Uribe Vélez estaría detrás de lo ocurrido, con el propósito de acoger al conservador Pinzón, candidato de toda la ultraderecha, y con mejores índices de aceptación que los precandidatos del CD puro y duro.
Como consecuencia del veto y de las cartas, AtlasIntel se retiró de manera definitiva del negocio, como manera de defender su ética, puesta en duda por Uribe Londoño.
Así, el CD no tiene hoy un método definido para escoger a su candidato.
Uribe Londoño es aspirante desde la muerte de su hijo, al parecer, el favorito de Uribe, según lo dejó ver en un posteo en su cuenta de la red X.
Esta preferencia también disgustó a los otros cuatro precandidatos, en especial a Cabal.
Uribe Londoño no solo está enfrentado a Cabal, Valencia, Holguín y Guerra, sino Gabriel Vallejo, director del partido, quien respondió a una de las cartas con dureza.ç
“Su lenguaje y términos no se compadecen con el trato que el partido y mi persona hemos tenido contigo”, escribió Vallejo.
Y, de paso, le formuló a Uribe Londoño una pregunta que aún no responde y que genera dudas sobre su integridad moral.
“Posterior al 17 de octubre de 2025, ¿alguno de tus asesores de campaña contactó a la firma AtlasIntel y le propuso en algún momento de la conversación o contratarla o solicitar sus servicios para realizar un estudio o investigación que midiera la intención de voto en Colombia de cara a las elecciones presidenciales de 2026?”, preguntó Vallejo en la respuesta.
Vallejo recibió el apoyo de los otros precandidatos.
Guerra, por ejemplo, preguntó públicamente: “La verdad no asimilo que, quien cree que todo lo puede con dinero, hoy convierta el proceso en un escenario antiético, además diga no conocer la actuación y conducta de sus hábiles asesores, cuando una de sus conductas es controlarlo todo, contactando un mes atrás a la empresa encuestadora internacional. ¿Cuál era la intención, que buscaban, cuál era la estrategia?”.