El Estado le advirtió al grupo armado conocido como disidencias de las Farc, que pretende apoderarse del Cauca, de que allí no caben ambos.

La advertencia provino del ministro de Defensa, Iván Velásquez Gómez, quien les dijo en el corregimiento El Plateado a Néstor Gregorio ‘Iván Mordisco’ Vera Fernández y los guerrilleros que dirige: "Aquí estamos y no cabemos los dos”.

Las palabras del ministro tienen mucho significado, pues hace unos seis años un alto funcionario o integrante de la Fuerza Pública no recorría las calles de este corregimiento de Argelia (Cauca), bastión para el tráfico de cocaína y marihuana.

Velásquez ingresó a El Plateado para lanzar la llamada Operación Perseo, la más grande lanzada por las Fuerzas Militares actuales, con 1.400 oficiales y soldados de grupos élite, como del Comando Conjunto de Operaciones Especiales (CCOES), que incluye lanceros, expertos en inteligencia y tiradores de alta precisión.

Horas antes, los guerrilleros dejaron caer desde un dron un artefacto explosivo que dejó 17 heridos, todos habitantes civiles de la población, 11 de los cuales enviados a Popayán a causa de las graves heridas.

Velásquez estuvo acompañado de seis ministros, funcionarios del Gobierno como Laura Sarabia, y altos mandos de las Fuerzas Armadas.

El ministro aseguró que la presencia militar en El Plateado será permanente y se extenderá a todo el departamento dentro de la llamada Misión Cauca, lanzada en junio.

Los militares tienen 14 tanquetas para protegerse durante los patrullajes por la población, los cuales por ahora son esporádicos, pues se conoce que los guerrilleros disidentes de las Farc, a través del frente ‘Carlos Patiño’, han venido exigiendo de la población que obligue a los uniformados a abandonar El Plateado, como lo hicieron en una asonada el 4 de noviembre pasado.

El sábado en la tarde, los pobladores rodearon a los militares y los fueron conduciendo al centro del pueblo, cuando ocurrió el atentado con el dron y el explosivo.

Esto motivó la orden del presidente Gustavo Petro de la toma militar del poblado.

Los militares copan varios puntos estratégicos de la población y obligaron a salir huyendo a los guerrilleros, que hicieron de El Plateado el principal centro de producción y comercio de narcóticos y estupefacientes.

Los uniformados cuentan con el apoyo de vigilancia y seguridad de un avión dotado con sensores de calor y otros mecanismos que advierten de eventuales ataques. Además, a unos minutos están apostados cinco helicópteros Black Hawk del Ejército en caso de ser necesario para apoyar o evacuar las tropas.

Velásquez insistió en que no solo habrá presencia militar, sino también una amplia gama de ofertas para que los campesinos se alejen de la siembra de coca y así puedan liberarse de la presencia de los delincuentes.