De nuevo, la revictimización afecta a los inocentes. En este caso, a las familias que buscan a sus parientes en La Escombrera, el basural de la Comuna 134 de Medellín donde, según muchos testimonios, pudieron ser sepultadas unas 50 personas asesinadas por organismos del Estado en alianza con grupos paramilitares a comienzos de este siglo.
El dinero para financiar la búsqueda se acabó, y desde el 1 de abril quedó suspendida toda labor de excavación en el lugar, símbolo de la violencia desatada por el Estado en Medellín durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez.



