Más tardó el presidente Gustavo Petro en plantear que cualquier colombiano puede ser embajador de su país, no solo los que se creen herederos de los cargos, para que, todos a una, siete excancilleres se opusieran de manera rotunda.
Los siete, como la absoluta mayoría de diplomáticos colombianos, según el presidente, con blancos, ricos, aristocráticos y miembros de las élites sociales.



